La desorganización no ocurre de la nada o sin aviso previo. Hay factores identificables que contribuyen a tener desorganización en los espacios.

desorganización
Imagen por John Hain desde Pixabay

Me apasiona la desorganización, bueno, no la desorganización como tal sino ayudar a resolverla. En los casos que la gente se acerca a mí para auxiliar con una problemática, busco por factores que están presentes, que incluso se fueron avecinando sin darse cuenta. Es como decimos en México, entraron como la humedad, sin sentir. Pongamos los hechos sobre la mesa, no es que no se sientan venir, solo que algunos factores están presentes y no nos percatamos. Otros más si se aparecen casi de la nada, sin embargo, estamos más pendientes de otras cosas que de reconocerlos. Inspirado en una ficha técnica del Institute for Challenging Disorganization®, empezaré esta colección de artículos que por varias semanas te permitirán afinar la mirada para que aprendas a reconocer los factores que están contribuyendo a la desorganización y que quizá no te habías percatado.

Factores asociados a la desorganización

Entre la decena de fichas técnicas que el ICD® tiene para ofrecer, está la denominada Factores Asociados con la Desorganización que haciendo clic en el vínculo puedes descargar directamente. En ella, a través de un cuadro sencillo, Phillys Knerr CPO-CD® nos expone qué factores se hacen presentes y su área de dominio. Tres grandes grupos conformar la tabla, los factores relacionados con el cerebro, los que se relacionan a creencias y aquellos que tienen que ver con las situaciones. Cada uno de esos grupos se subdivide en diferentes categorías que tienen que ver con el origen de los factores dentro de la relación con el área que abarca. En esta entrega y para no hacer muy pesada la digestión de información, quiero mantenerla corta. De hecho, mira esta colección incipiente como una especie de curso personal sobre el origen de la desorganización entregada por fascículos. Recuerdo cuando las bibliotecas domésticas y los pasatiempos se compraban precisamente por fascículos semanales, ya que era la manera de poder subsanar los costos de libros, álbumes de música, o coleccionables.

Desorganización y el cerebro

¿Crees que la desorganización son solo cosas tiradas? Te comparto que la desorganización en muchas ocasiones es solo una manifestación física de lo que pasa por nuestra mente, de la manera cómo procesamos la información del mundo exterior y de cómo nos relacionamos con esa realidad. Nuestro cerebro ya sea por cuestiones de salud o por aspectos neurológicos puede propiciar las condiciones para que haya orden o ausencia de organización.

El papel de las creencias

Las creencias son particulares y viven en nuestra realidad, no necesariamente en la de los que nos rodean. Es decir, las creencias no son hechos. Es extraño comentar esto pero las creencias que tenemos sobre las cosas, sus valores o incluso nuestra propia escala de valores puede afectar nuestro proceso de organización.

Situaciones que desorganizan

Nunca falta algo que incida en nuestras vidas que pueda marcar la diferencia entre organizarse o no. La vida es una amalgama de momentos gratos e ingratos, de situaciones que nos impulsan o que también nos frenan. Pues así las situaciones de nuestros espacios inciden directamente en que el orden sea fácil de lograr y de mantener.

Yo te invito a que cada semana estés pendiente de esta novela por entregas, una historia de intrigas, pasión y éxito. Lo lamento, no pude evitar sonar a promocional de radio. La cuestión es que quiero que logres tener vida y espacios simples, además si tu caso es recurrente conquistar la desorganización crónica y si mis consejos te pueden ayudar, seré el más feliz. Estamos pendientes.