La adrenalina llegó al techo, de repente aunque planeado todo con antelación, hay momentos que sentimos que nos alargamos como el Sr. Elástico y alargamos el tiempo para alcanzar a tener todo a pedir de boca y celebrar la navidad en forma y tal como la visualizamos. Para que no cunda el pánico tengo un par de consejos que te ayudarán a ahorrar tiempo en tareas que pueden llegar s ser engorrosas.
Cocina sencilla. No por sencilla entendamos simple, planear una cena de navidad con platillos de preparación sencilla puede ahorrarte hasta dos horas, quizá más de estar metida en la cocina. Selecciona un menú sustancioso pero de platillos sin complicación a la hora de cocinar, trata de conseguir elementos que no requieran ser hechos por ti, como la pasta de hojaldre comprada en la panadería, verduras prelavadas, etc. La idea principal es hacer una cena deliciosa, llena de amor y con un toque de originalidad. De ningún modo agradecerás tenerte que envolver en la preparación de una cena de incontables tiempos, con platos ostentosos, con ingredientes extraños, con procedimientos tardados y que probablemente nunca hayas hecho. La sencillez es mejor pues se trata de el momento se disfrute por todos y no de que te entierres en la cocina mientras los demás conviven.

Envolturas prácticas. No caigas en el problema de envolver con tres tipos de papel, dos de listón, los apliques y la nieve artificial todos los regalos que pondrás en el árbol o llevarás a las distintas reuniones y posadas. Esta es una tarea que consume mucho tiempo, mucha paciencia y también una buena parte del presupuesto; además que no es raro que se pierda de vista el objetivo real, es solo una envoltura ¡Por dios! El contenido es lo que importa lo demás es solo vanidad. Entiendo que te guste que tus presentes luzcan hermosos desde el momento que los dejas, pero nunca termines poniendo más esfuerzo y dinero al envoltorio que al regalo en sí. Por lo regular el papel de envoltura termina en la basura, lo que equivale a tirar los billetes de papel moneda al cesto de desperdicios. Piensa un poco más allá de solo el momento de desenvolver los regalos, utiliza una mentalidad más práctica, ecológica y económica, además de dar la oportunidad de dar un segundo uso a ese envoltorio. Opta por bolsas de papel decoradas, cajas de regalo impresas, bolsas de tela, etc. Las opciones son tan variadas como tu imaginación lo permita, sobre todo porque eso te ahorra horas de estar sentado tratando de envolver todo en tiempo. Para cosas de volúmenes raros o difíciles de empaquetar, ve por la opción de colocar un bello moño del que puedas reutilizar el listón para hacer algo de scrapbooking. La tentación de envolturas fastuosas es mucha pero yo aprendí que no tiene caso gastar dinero para tirarlo. Recuerdo una ocasión que a falta de tiempo a un primo, amante del camuflaje y los juegos de guerra le regalé un videojuego envuelto en un pañuelo con ese estampado, el regalo se veía original y el pañuelo no terminó en la basura sino en la bolsa del pantalón cargo de mi primo, él encantado.
La navidad se trata de momentos y contenidos, no de faramalla y oropeles. Disfruta tu tiempo con los tuyos, al final de cuentas solo es navidad una vez al año. Me despido hasta el nuevo año porque NACHOrganiza y su titular nos vamos de vacaciones.